“Noticia bomba” es una gran novela de Evelyn Waugh (autor de “Retorno a Brideshead”) en la que retrataba el mundo del periodismo de su época (que en muchos casos no parece diferenciarse demasiado del de la actualidad) y la forma cómo determinados periodistas trataban de encontrar noticias bomba (y no siempre de forma especialmente ética) con las que vender el mayor número de ejemplares de su periódico.
Esta es la forma de hacer periodismo de Pedro Jeta, grandes y “escandalosos” titulares más propios de la prensa amarilla que de la seria.
El diario EL MUNDO publicaba ayer domingo el “notición” que abre este post con titular a 4 columnas, dedicado a sus lectores más ultras (que los tiene, y muchos). Sabe Pedro Jeta que en España se lee poco y se piensa menos y que los que menos piensan son los que más se indignan.
Como el titular llamaba la atención me dispuse a leer la noticia y a medida que lo hacía el titular se desinflaba: la idea de pagar a los terroristas que se reinsertasen no era más que un remake de la tomada por el gobierno británico para terminar con el terrorismo del IRA que en parte sería financiada por la Unión Europea, y (y esto es lo más llamativo de lo que pretende ser una “exclusiva”) era una medida cuya fecha de nacimiento estaba en la anterior tregua, la que negoció el gobierno de Aznar, medida con la que nadie se llevó las manos a la cabeza, como ha sucedido ahora con determinada prensa ultraderechista y con otros tantos articulistas y blogers de igual ideología.
Dice EL MUNDO (enlace):
Hay que recordar que en 1998, con motivo de los encuentros que el gobierno de José María Aznar mantuvo con la banda terrorista en Suiza, ya se planteó la posibilidad de destinar una importante partida económica para la reinserción de los etarras que dejaran las armas (Ver EL MUNDO del 6 de noviembre de 1998).
El Ejecutivo de aquella época también analizó cómo abordar la reinserción social de los presos, refugiados y deportados de ETA. Es decir, José María Aznar y su gobierno planteó la salida laboral de los etarras que, durante muchos años, no habían hecho otra cosa que «pegar tiros».
En aquellas mismas conversaciones también se trató la posibilidad de buscar ayudas complementarias a la reinserción, como ocurrió en 1982 cuando los polimilis abandonaron las armas y se disolvieron.
Como EL MUNDO nos remite a su hemeroteca, me he tomado la molestia de echar un vistazo al artículo que refiere:
Una vez separada la discusión estrictamente política, el Gobierno trabaja con la expectativa de que el contenido de las hipotéticas conversaciones será, básicamente, el futuro de los presos, exiliados, deportados y todo el mundo ilegal que rodea a ETA. No obstante, la agenda inicial está totalmente abierta y es más que probable un largo diálogo político e histórico previo.
En este momento, el Ejecutivo está analizando cómo abordar la reinserción social de presos, refugiados y deportados. Es decir, cómo resolver el futuro económico de varias decenas de activistas que no han hecho otra cosa en su vida más que recibir un sueldo y una protección de la organización.
Todo este proceso tendrá, por tanto, un coste económico al que habría que hacer frente. En este sentido, los firmantes de Estella se han comprometido a buscar una salida profesional para los etarras cuando regresen a la vida civil. Esto ya sucedió con los polimilis en 1982 cuando decidieron disolverse.
También se pueden leer en dicho artículo otra serie de cosas interesantes:
En el caso de todo vaya bien, el Gobierno está dispuesto a dar pasos simbólicos, como un reconocimiento público de la existencia de un conflicto político en el País Vasco. Este se solucionará a lo largo del tiempo en conversaciones, encuentros o acuerdos, en instituciones democráticas y entre todos los partidos. A esta nueva postura del Ejecutivo puede obedecer el inusitado y reiterativo uso del nombre Movimiento de Liberación Nacional Vasco que el presidente del Gobierno ha hecho en los últimos días.
¿Dónde estaban en 1998 los que ahora tanto se indignan?: Estaban calladitos sin decir esta boca es mía.
Por mi parte, nada más que añadir, sólo espero que el PP no intente sacar partido una vez más de la noticia que ayer publicaba EL MUNDO, puesto que quedaría de nuevo en evidencia su doble moral.